¿Cómo se organiza un ataque transfóbico y racista en masa? Definitivamente, Los Juegos Olímpicos de París 2024 se han destacado más por sus polémicas y el caso de la boxeadora Imane Khelif sacó todos los números al escándalo olímpico.
El 1 de agosto sucedió un hecho inusual en la competición femenina de boxeo, durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Angela Carini, boxeadora italiana, abandonó la pelea a los 46 segundos frente a la argelina Imane Khelif. Carini bañada en lágrimas dio una entrevista a la prensa en la que dijo “Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte. Depende del Comité Olímpico Internacional juzgar”. La verdadera pregunta es ¿Qué debían juzgar?
Lo que viene después de esa declaración fue un ataque y hostigamiento organizado en X, disfrazado de reclamo orgánico y genuino. A lo que Angela Carini se refería con juzgar, era a evaluar la veracidad del sexo de su contrincante, a quien comenzaron a atacar por supuestamente no pasar los test de género para participar en estos Juegos Olímpicos. Se viralizó una declaración de la Asociación Internacional de Boxeo que descalificó a Imane en 2023 del Campeonato Mundial por “no cumplir con los criterios de elegibilidad para participar en la competición femenina”. Sin embargo, en aquella declaración donde descalificaban a Imane Khelif y a otra boxeadora, Lin Yu-Ting, no expresaba que fueran mujeres trans, pero eso fue exactamente lo que los incels organizados en X comenzaron a difundir.
El dato curioso sobre el caso de Imane, dejando de lado cómo se destaparon algunos velos feministas durante esta etapa de acoso mediático, es que las primeras noticias tendenciosas sobre el género de la boxeadora no datan del 1 de agosto, después de su triunfo ante la italiana, sino que se venía gestando desde el 28 de julio utilizando un hashtag en apoyo a Carini, “#IStandWithAngelaCarini”, advirtiendo que se enfrentarían y que se trataba de una pelea abusiva. Los portavoces principales, encargados de correr el rumor, fueron los personajes de la derecha italiana, como Matteo Salvini, Viceprimer Ministro y Ministro de Infraestructura y Transporte de Italia, quién tuiteó dos días antes de la pelea que la boxeadora argelina iba a matar Carini por ser trans. El 1 de agosto, cuando efectivamente se lleva a cabo la pelea y Angela Carini se retira del enfrentamiento, en X se replica 6.496 veces el mismo mensaje copiado y pegado el cuál decía “esta mujer, Angela Carini, rompió en llanto porque su sueño de ganar una medalla en honor a su padre fue destruido en 46 segundos. El boxeador masculino Imane Khelif golpeó a Angela Carini y le dio un puñetazo en la cara.”
Al ataque coordinado se sumó Agustín Laje, como era de esperarse, siempre al salto por una migaja en contra del feminismo; también la escritora J. K. Rowling, creadora de Harry Potter, la cual viene siendo abanderada de los anti-derechos en el ámbito, si podemos decir, cultural. Obvio, apareció replicando el mensaje Elon Musk y por detrás su perro faldero, nuestro presidente Javier Milei. Ninguna sorpresa por parte de estos personajes, pero claramente fueron los principales para atornillar por completo la narrativa creada alrededor de la situación de Imane.
Imane Khelif se mantuvo en silencio durante este ataque que perduró un par de días hasta que se pudo rebatir el discurso trans-odiante y aclarar el particular caso de la boxeadora argelina. Ante este choque de información se barajan dos posibilidades, el más claro: la derecha organizó un ataque coordinado sostenido en la transfobia, el racismo y machismo; el que sugieren las feministas trans-odiantes: A partir de la política de género y diversidad han permitido competir a un “hombre” en competición femenina, además proponiendo que el pasaporte y demás documentaciones de la argelina fueron ¿falsificados?, ya que la transición de género en Argelia no es legal. El Comité Olímpico Internacional rompió el silencio ante las especulaciones en un comunicado que textualmente declaraba:
“Hemos visto información engañosa sobre dos atletas femeninas que compiten. Ambas formaron parte de competiciones internacionales de boxeo durante muchos años en la categoría femenina, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, los Campeonatos Mundiales de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) y los torneos sancionados por la IBA. Estas dos atletas fueron víctimas de una decisión repentina y arbitraria de la IBA. Hacia el final de los Campeonatos Mundiales de la IBA en 2023, fueron descalificadas sin debido proceso. Tal enfoque es contrario a la buena gobernanza. Las reglas de elegibilidad no deben cambiarse durante la competición en curso, y cualquier cambio de reglas debe seguir procesos apropiados y debe basarse en evidencia científica.”
Además, confirmaron que tanto Khelif como Yu Ting Lin, boxeadora taiwanesa que también está sufriendo este hostigamiento, pasaron todos los protocolos de elegibilidad para competir en categoría femenina en estos Juegos Olímpicos de 2024.
Aún no conformes con este comunicado, no sólo los derechistas insistieron en que el COI estaba viciado y mantenía un sesgo por corrección política, sino que ciertos sectores feministas comenzaron a hacerse eco del reclamo, algunas escalando alto hasta llamar como hombre a Imane. Para respaldar su postura sacaron a la luz el comunicado de la Asociación Internacional de Boxeo, que el 5 de agosto ofreció una conferencia de prensa para sostener la postura que descalificó a las dos boxeadoras de la competencia mundial en 2023. Durante la conferencia el ex presidente del Comité Médico de la IAB, Ioannis Filippatos, dijo “Según el resultado médico y el resultado de sangre, el laboratorio dice que estos boxeadores son hombres”.
Khelif no había contestado ninguno de los ataques que se sucedieron durante los siguientes días. Luego de enfrentarse con la húngara, Anna Luca Hamori, y resultar vencedora, lo primero que atinó a hacer fue preguntarle a su contrincante si se encontraba bien, Hamori asintió a la pregunta y la saludó con un apretón de manos afectuoso, luego Imane estalló en llanto no sólo de emoción, sino por todo lo que aguantó que se especule de su físico, de su género, de su persona. Después del emocionante abrazo con sus entrenadores, Imane habló sobre los dichos replegados en las redes y los medios: “Envío un mensaje a todas las personas en el mundo a respetar los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a todos los atletas, porque esto tiene efectos, grandes efectos”. Además, agradeció que el COI haya hecho justicia en su caso y muestre la verdad.
Imane Khelif continuó su camino en los Juegos Olímpicos de París 2024, este martes, la boxeadora argelina le ganó a la tailandesa Janjaem Suwannapheng en semifinales y competirá por la medalla de oro el próximo viernes ante la china Yang Liu. En su último triunfo se mostró feliz y no tan conmocionada como el día que debía ponerse al frente del acoso mediático.
Este caso pone sobre la mesa la vigencia de los dinosaurios que aún no quieren desaparecer, pero también, cómo existen mujeres que nacen con diferentes condiciones, por ejemplo el Hiperandrogenismo, el cuál modifica sus niveles de testosterona y puede visualizarse físicamente en el exterior, una condición que las mujeres no eligen y que difícilmente se trata con la mirada comprensiva que se merece alguien simplemente por ser una persona. Además, demuestra que los discursos binarios no son fantasmas creados por un colectivo de gays, existen de manera concreta y evidente como en esta situación donde el argumento descalificador era que testosterona parecía ser sinónimo de masculinidad, siendo que la mujeres también producen esta hormona, pero en niveles más bajos. La desinformación juega a la orden de las hordas anti-derechos y se perpetúa en la cultura patriarcal arraigada. Mi última pregunta es para las feministas trans excluyentes ¿Si todo este tiempo sostuvieron que la genitalidad determinaba el género, porque ahora es una cuestión de cromosomas? ¿No se pusieron a pensar que están en la misma vereda que Elon Musk?