12 de diciembre de 2024
Política #NoSoyNeutral News

Se paró de manos Quintela

“No estuvieron, no están y no estarán dispuestos a competir democráticamente aquellos que siguen creyendo que la política es sometimiento.” Con estas palabras sorprendió esta mañana el gobernador riojano, Ricardo Quintela y actual candidato a la presidencia del PJ.

El viernes, justo cuando la oficialización de listas estaba en su clímax, la Junta Electoral lanzó un bombazo: al riojano le faltaban nada menos que 13.916 avales. ¡Así como lo leen! Le dieron 24 horas para poner todo en orden. Pero el sábado por la mañana, sus apoderados enviaron un escrito donde el gobernador negaba que su lista «Federales: un grito de corazón» tuviera algún tipo de irregularidad, ya sea de forma o de fondo. 

Después de que la Junta Electoral del PJ decidiera no darle el visto bueno a la lista de Ricardo Quintela para enfrentarse a Cristina Fernández de Kirchner en la lucha por la conducción del partido el 17 de noviembre, el gobernador de La Rioja se apresta a hacer ruido en la Justicia. ¡Sí, señor! Parece que se va a presentar con todo para denunciar el “robo de avales” y “no resguardo de la documentación de la lista”. El lunes será el día, tal como lo había anticipado Jorge Yoma, el apoderado de su lista.

Tras la oficialización de la lista de CFK, la Junta Electoral, con la pluma de los apoderados de orden nacional, Juan Manuel Olmos y Eduardo G.A. López Wesselhoeft, emitió un comunicado que dejó claro el escenario: la lista «Federales: un grito de Corazón», presentó un total de 70,531 avales, sin embargo, solo 60,128 eran verificables y, de esos, 48,549 resultaron válidos. Así que, a la postre, quedaban 13,916 avales por sumar para alcanzar el mágico 2% del padrón de afiliados.

Quintela no se quedó callado en su comunicado de lista, acusó al cristinismo de querer ponerle candado a la participación diciendo: “Con dolor quiero decirles: privatizaron el partido, pero con convicción quiero gritarles: el peronismo es de los peronistas”, dejando claro que la batalla por el alma del partido apenas comienza. ¡La política nunca fue tan entretenida!