La Rioja sigue dando pasos hacia el futuro con el reciente encuentro multisectorial de actores del sector minero, encabezado por el gobernador Ricardo Quintela en el Cerro El Toro, en el Departamento General Lamadrid de dicha provincia.
Una ocasión que no solo se presentó como un simple evento informativo, sino como una auténtica audiencia pública en la que, más allá de las promesas de crecimiento, lo que realmente resalta es el esfuerzo por generar un espacio de transparencia y diálogo entre todos los actores involucrados. Desde las ocho empresas mineras locales, hasta las dos que están en territorio sanjuanino (José María y Gualcamayo), pasando por la Universidad Nacional de La Rioja y los representantes de la Tecnicatura en Gestión Minera de Guandacol, los actores presentes compartieron un mismo propósito: avanzar en la minería responsable y sustentable. Porque, claro, ¿quién no quiere que el sector minero impulse la economía local, sin que nadie tenga que sacrificar el Famatina? Esa es la gran promesa: minería sí, pero con inteligencia.
Cada empresa minera tuvo diez minutos para compartir sus avances, y en paralelo, se firmó una adhesión histórica entre la Cámara Riojana de Empresas y Proveedores Mineros (CREPROMIN) y la Unión de Cámaras Riojana, conformando una única cámara representativa de los proveedores mineros. ¡Eso sí que suena a progreso! Y ni hablar de los discursos de los intendentes locales, que celebraron el evento como un hito histórico, un paso hacia el desarrollo económico y la generación de empleo en sus respectivas regiones.
Pero, más allá de las palabras oficiales, lo que realmente cuenta es el futuro que se perfila para las comunidades de La Rioja. Con empresas como Hanaq Argentina S.A., que ya llevan años explorando y trabajando en proyectos clave como el Cerro Delta, la provincia se posiciona como un lugar estratégico con un alto potencial geológico. Claro, los resultados no serán inmediatos, pero como destacó Juan Manuel González, presidente de la Cámara de Servicios Mineros, «esto es a largo plazo». Lo importante es que, ahora, La Rioja tiene un proyecto claro y un plan de acción a seguir.
El sector minero de La Rioja avanza, sí, pero siempre con la promesa de hacer las cosas bien. Porque, al final, todos quieren lo mismo: un futuro próspero para la provincia, sin renunciar a los valores de sustentabilidad y transparencia. ¿Y qué mejor forma de lograrlo que con un buen diálogo federal?